En esta conferencia pudimos entender las claves para consumar un buen diseño, un diseño con calidad y sobretodo amigable con el medio ambiente. La huella ecológica de un producto ha venido siendo un factor que cada vez toma mas importancia en el diseño ¿pero cómo podemos lograrlo? El ciclo de vida es determinante en esta pregunta, analizar desde que materiales se van a implementar hasta la etapa del desuso de un producto es clave para lograr entender que estrategias se podrían llevar a cabo para realizar un producto con una huella ecológica mínima. 

Algunos diseñadores y empresas han estado adoptando esto, lo vemos muchas veces irresuelto como es el caso de las SunChips de Frito Lay, un empaque 100% compostable pero que causa una contaminación auditiva al usuario en su etapa de uso. También se vio el caso de la contraposición entre la etapa de escogencia de materiales y la producción con ellos contrapuesto con el uso, como es el caso de el Prius que en su uso no contamina ya que es un auto hibrido pero en la fabricación contamina en gran medida adverso a la situación de la camioneta Hummer en la que su uso es contaminante debido a la cantidad de gasolina que usa y los niveles de C02 que desecha, pero en el cual se ve una producción con menor contaminación; lo anterior esta relacionado con la tasa ecológica con la que se evalúan los productos. 

Nuevos mercados se abren y nuevas maneras de idear y concebir un pensamiento ecológico se están creando en toda clase de productos y de servicios. El buen diseño en medidas ecológicas se puede resumir como aquel que es cíclico, utiliza un material correcto, es multifuncional y consume poco. Después de eso solo nos queda la pregunta ¿cómo podemos aportar a que se desarrollen productos que cumplan con estas características?